La obra de Rembrandt, el maestro holandés del Siglo de Oro, cuenta con un nuevo título: Retrato de anciano con barba.
Acabado hacia 1630, pertenece a un coleccionista privado que quería
comprobar la autoría del cuadro. Los historiadores del arte sabían que
un alumno del pintor ejecutó una copia, pero faltaba el original. Ahora
ya lo tienen, y no dudan de la mano del artista. La prueba irrefutable
exhibida por los expertos es el autorretrato inacabado del propio
Rembrandt, descubierto bajo el rostro del modelo. La tabla así
aprovechada demuestra, a su vez, la forma de trabajar de la época.
Rembrandt tenía un gran taller repleto de alumnos. Para hacer frente a
la demanda, los empleó a todos. La labor era estrecha y muchos de sus
pupilos se hicieron famosos. Pero él no pintó completos todos los
cuadros que se le atribuyeron a lo largo del tiempo.
En 2007, Wetering hizo otro tanto con una plancha de cobre del siglo XVII, objeto de una subasta memorable en Inglaterra. Titulada El joven Rembrandt como Demócrito, el filósofo sonriente, la firma no estaba segura. Salió por 1.100 euros. En pocos minutos alcanzó 3,1 millones de euros, su precio final de venta. Los subastadores, del pueblo de Cirencester, en el sureste inglés, dijeron que los dos candidatos que pujaron sabían bien lo que hacían. Un año después, el Proyecto Rembrandt certificó la autoría. Una buena noticia para el comprador, si se piensa que las subastas de Rembrandt ha llegado a alcanzar los 23 millones de euros.
De momento, el coleccionista privado que guarda el Retrato de un anciano ahora descubierto en Holanda no desvela sus intenciones. Eso sí, lo prestará en mayo a la Casa-Museo de Rembrandt, en Amsterdam, para una exposición.
Fuente: ElPaís.com
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